miércoles, 4 de febrero de 2009

jueves, 29 de enero de 2009

Santa Rosa de Lima

Cuando Dios vio que la nueva América comenzaba a crecer como una niña, decidió darle como Patrona a una muchacha; y quiso que fuera muy bonita.
Rosa había nacido en Lima, en 1586, de padres españoles. Era el momento en que España estaba en el apogeo de su dominio en América. En Lima se embarcaba la plata que sacaban del cerro Potosí, con el sacrificio y a veces la vida de muchos de los indígenas que extraían el mineral. De esa riqueza disfrutaban los españoles de Lima, que hacían construir costosos palacios, compraban joyas, ropas y muebles de lujo y mantenían una cantidad enorme de sirvientes.
En ese ambiente preocupado por disfrutar de la vida, de la riqueza y de los títulos de la nobleza, aparece Rosa. Aunque Dios le había concedido una belleza deslumbrante, ella elige la sencillez del Evangelio. Lo importante para ella no fue seguir la vida fácil, ni acumular vestidos bordados en oro en el ropero, como acostumbraban las chicas de su condición.
Rosa se consagró totalmente a Cristo y decidió pasar su vida rezando y haciendo sacrificios, para intentar reparar de algún modo, los pecados de sus hermanos. Así se la ve orando durante largas horas ante la imagen de Cristo, haciendo ayuno, alimentándose con comidas sin gusto alguno y durmiendo sobre una tabla de madera.
Su casa es un refugio de los pobres y a ella acuden indios, negros, mulatos y también españoles necesitados. Rosa los atiende cariñosamente y limpia sus llagas, los lava, les zurce la ropa rota y les da de comer, porque ve en cada uno de ellos a Cristo Nuestro Señor.
Visita también el hospital de mujeres y ayuda a las que sufren las enfermedades más terribles; les tiende la cama, les arregla la ropa y les da de comer.
Muchos empezaron a admirarla y la vieron como una enviada de Dios, una santa. Y ese presentimiento se vio confirmado cuando se tuvieron noticias de hechos extraordinarios: la imagen de Cristo ante la cual se postraba comenzó a sudar; un enfermo pidió que lo visitara y sanó en u presencia, y muchos otros milagros que se comentaron sobre ella.
Rosa vivió apenas 31 años. Pocos pero suficientes para dejar un recuerdo imborrable de su persona. Siguió viviendo en el recuerdo de los limeños y llegó a ser la patrona de todos los americanos.
Rosa de Lima está con nosotros y nos acompaña en el duro camino. A ella tenemos que mirar para saber cuáles son las cosas realmente importantes en la vida. Y a Dios pedirle que haga florecer muchas ¨rosas¨ para que los hombres crean.


ORACIÓN A SANTA ROSA DE LIMA

Señor y Dios Nuestro,
por la intercesión de Santa Rosa de Lima,
Patrona de América Latina, escúchanos.

Hoy queremos rogarte por nuestro Continente
con la esperanza de quienes sufren en la fe.

Señor, muchas cosas nos faltan:
alimento, en muchos hogares.
Amor, en muchos corazones.
Alegría y esperanza, en muchas vidas.
Fe, en muchos pueblos.

Señor, como a Santa Rosa,
danos alma de pobres para enriquecer a todos.
Pero alivia la miseria que oprime
y destierra el egoísmo que empobrece.

Enséñanos a avanzar unidos,
compartiendo esfuerzos,
angustias y esperanzas,
en la paz y en la justicia
que conducen al amor fraterno.

Señor, por nuestra Patrona te rogamos
mitiga nuestra pobreza,
ilumina nuestro camino,
acompaña nuestra marcha. Así sea.


CANCIÓN A SANTA ROSA DE LIMA

En el jardín de la Iglesia brotó una flor
es una rosa muy bella por su color
Eres tu Rosa de Lima eres fuerza bella flor
Alegra con tu sonrisa el jardín de Dios.

Te desposaste con Cristo nuestro Señor
y te abrazaste a la cruz de la redención
Tu vida fue de silencio y de ocultar acción
sufriste las injusticias con gran honor.
En el jardín de la Iglesia...

Hay flor de la tierra mía, flor del Perú
miraste tu pueblo humilde llevar la cruz
Aroma del Evangelio saldrá de un jardín en flor
es el jardín de los pobres donde estás vos.

En el jardín de la Iglesia...

Secretaría Parroquial

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